El cuidado de una persona con párkinson puede provocar mucha presión sobre tu cuerpo, especialmente sobre tu espalda, cuello y hombros. Esto puede conducir a lesiones, problemas de espalda o tirones musculares.
En estos casos, acudir al fisioterapeuta o terapeuta ocupacional para que te asesoren sobre cómo cuidar tu cuerpo puede ser una buena opción
- Aprende y pon en práctica técnicas seguras de levantamiento de objetos para evitar lesiones. También es importante ser realista con lo que exiges a tu cuerpo.
- Controla tu peso. El exceso de peso puede aumentar la probabilidad de sufrir dolor de espalda, o hacer que el dolor existente sea peor.
- Haz ejercicio. Es muy recomendable hacer ejercicio para prevenir ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares. El ejercicio constante ayuda a construir los músculos que soportan la espalda.